El Ruido de Fondo

 

La mayoría de las personas nos sentimos felices o tristes y andamos perdidos en cuanto a los motivos que han causado que estemos así. Son múltiples las cosas que forman parte del día a día. Nos levantamos y ya tenemos una predisposición a ver los acontecimientos del día que comienza de una manera u otra según hayamos dormido. Si desayunamos en gran cantidad, la pesadez comienza a hacer que nos sintamos poco predispuestos a la acción, lo que nos puede causar sensación de tristeza.

De pronto, de una manera fugaz, pasa por nuestra cabeza el recibo de la luz pendiente de pago. Este flash pasa a un segundo plano cuando alguien nos reclama su atención para hacernos ver que hemos dejado cualquier otra tarea pendiente. Esto que, en otras ocasiones tomaríamos a broma o quitándole hierro, se convierte en una agresión. Nos vemos respondiendo a nuestro interlocutor de forma desproporcionada ¿Cuál ha sido la causa de nuestra respuesta?

Podríamos decir que lo que aquella persona nos ha dicho, pero sería falso. Es un cúmulo de circunstancias, en muchos casos ajenas a nuestra conciencia, el que ha ido configurando nuestro estado: informaciones internas y externas que se pueden dar por debajo del reconocimiento de la conciencia que producen respuestas emocionales.

Como vemos, debajo de la conciencia se suceden numerosos procesos que configuran su base, procesos que generan murmullo, un ruido de fondo, del que emergen gritos señalándonos lo inmediatamente importante para hacer. La pregunta es ¿Qué emoción tenemos cuando no tenemos emoción? ¿Qué emoción trasluce en nuestra cara?

Las variaciones de la emoción son infinitas, aunque sólo tengamos una docena de palabras para definirlas. Todos tenemos un nivel de base en nuestra emocionalidad, que sería equivalente de modo metafórico a nuestra tasa cardiaca en reposo, a partir del que oscilamos, subimos o bajamos para terminar volviendo a él. Seguro que conoces gente que siempre está alegre o siempre parece cansada, con independencia de los acontecimientos externos. Gente muy variable y otra muy estable. Este nivel basal puede venir determinado genéticamente o aprenderse, y por tanto ser modificable.

En todo caso, marca nuestro punto de partida y el espacio de cambio emocional. Tomar conciencia de ese “ruido de fondo” es el primer paso hacia nuestra transformación.

Gracias